Revalorizar las semillas nativas para que sean parte de nuestro consumo diario

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(Noticias AGRECOLAndes 28/04/2022).- En 2020, miles de organizaciones eligieron el 26 de abril como Día Internacional de las Semillas para oponerse a la celebración del Día de la Propiedad Intelectual, que restringe los derechos de agricultores familiares y amenaza de la biodiversidad.

A propósito del día conmemorativo de la semilla nativa que fue celebrado hace poco, cabe recordar que su domesticación ha tomado miles de años de la mano de la evolución de la vida en nuestro planeta, dando paso a la agricultura, lo que a su vez permitió que las personas vivan en asentamientos humanos, hoy plasmados en grandes urbes con cultura y vida interconectada a todo nivel.

Actualmente, todavía en nuestro país varias comunidades y familias de agricultores realizan el trabajo de conservación y reproducción de semillas nativas, manteniendo su alta biodiversidad. Resaltan las variedades de papas nativas, de quinua, de maíz, que son parte de la cultura, la culinaria  y las tradiciones; se puede citar al maíz kulli para la chicha kulli o chicha morada, las papas amargas para el procesamiento del chuño (papa deshidratada) y las papas nativas dulces para diversas formas de consumo.

En este contexto, compartimos los aportes realizados por la Fundación AGRECOL Andes durante los últimos años respecto a la recuperación de las semillas nativas. Por una parte, se impulsó acciones investigativas y de gestión del conocimiento para la revalorización del maíz y el amaranto en los municipios de Tarija y Cochabamba. Se eligió estas semillas por su importancia de origen (Bolivia es uno de los centros de origen del maíz), en la alimentación, su consumo creciente y sus propiedades nutricionales.  

Se realizó la recolección de información de seis variedades de maíz y una de amaranto, que se cultivan en las comunidades del Complejo Carcaje, del municipio de Tolata; y de Carbun Mayu y Virvini, del municipio de Tiraque en el departamento de Cochabamba. Este trabajo describe la caracterización de las semillas y sus cualidades alimenticias, económicas, sociales y culturales. Los maíces registrados en fichas informativas fueron: hualtacu, huillcaparu, amarillo o k’ellu, kulli,  huaca songo y concebideño. En el caso del amaranto se registró dos variedades: Cotohuasu y spp.[1]

A nivel académico, se trabajó con centros de investigación de la Universidad Mayor de San Simón en Cochabamba, la Universidad San Francisco Xavier en Chuquisaca y Universidad Misael Saracho en Tarija junto a CREA-CI, el Centro de Investigación en Cultivos de Cereales y Culturas Industriales de Italia, quienes realizaron el estudio controlado de variedades de maíz traídos de Italia[2].

Otra contribución a la soberanía alimentaria y la diversificación genética, es el trabajo realizado con agricultoras ecológicas del Distrito 9, en Cercado – Cochabamba, quienes ahora producen semillas de hortalizas en huertos familiares, manejando más de 20 variedades adaptadas a partir de semillas mejoradas.  


[1] Para más detalle revisar la publicación: Fichas de recolección de Maíz y Amaranto. Tiraque y Carcaje. Cochabamba – Bolivia 2021.

[2] Para más detalle revisar la publicación Presentación y Difusión de Resultados de la Evaluación de Germoplasma de Maíz y Amaranto.