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(NoticiasAgrecolAndes 1/10/2021). “El productor siempre esta con el ojo en la vida del suelo, la industria siempre está con el ojo en el bolsillo del productor” fue la afirmación de Óscar León, ingeniero agrónomo, durante el primer taller práctico de cromatografía realizado en el centro de eventos Blajot. La cromatografía es un análisis químico que tiene diferentes aplicaciones en distintos materiales. En la tierra, este procedimiento se usa para medir la calidad y el estado del suelo, es decir, su fertilidad. Así mismo, este proceso también es empleado para medir los niveles de vida microscópica dentro de los estratos.

Al ser sumamente útil para determinar el estado y la fertilidad del suelo, este primer taller práctico de cromatografía ha llamado la atención de los productores agrícolas participantes, representantes de los municipios de: Cercado, Sacaba, Pasorapa, Aiquile y de la Comunidad Agroecológica boliviana de Santa Cruz, reunidos en un solo punto para desarrollar capacidades del análisis del estado en que se encuentran sus suelos, y también para compartir sus conocimientos y experiencias.

Esta experiencia fue posible gracias a la Fundación AGRECOL Andes, entidad que organizó el taller con el apoyo de los proyectos: “Construyendo juntos vidas saludables” y “Territorios con vida digna”, financiados por Pan Para el Mundo y MISEREOR, respectivamente, y cuyas acciones promueven el desarrollo agroecológico en Bolivia.

El taller consistió en charlas magistrales, prácticas de análisis e intercambio de conocimientos, generando lecciones aprendidas. Pero, sobre todo, amplió el aprendizaje sobre la calidad de vida del suelo. Durante la práctica, surgieron mensajes como: “el resultado de mi prueba dice que hay mucha vida microscópica en mi suelo, el resultado debería tener forma de estrella y parece un huevo. No soy la única, de toditos esta así” afirmo María Omonte, una agrónoma, luego de ver los resultados de su prueba.

El resultado arroja este análisis imprimiendo una figura en un papel circular (papel filtro) que se pone sobre una zona de cultivo. La forma de la figura determina la calidad del suelo, mientras más picos o puntas tenga la figura, mejor. Una forma más redondeada es una señal negativa. En un segundo taller se realizará esta práctica de cromatografía pero para los alimentos, con la finalidad de aprender a determinar su grado de contaminación por efecto del uso de los agroquímicos.