(Mariana Alem – AGRECOL Andes 22/05/2022).- Este es el lema con el que se celebra este año el Día Internacional de la Diversidad Biológica, hoy 22 de mayo, determinado por la Asamblea General de las Naciones Unidas en el año 2000, coincidiendo con el aniversario de la aprobación del Convenio sobre la Diversidad Biológica, firmado en 1992 y ratificado por 196 países.
La biodiversidad comprende la amplia variedad de plantas, animales y microorganismos existentes, pero también incluye las diferencias genéticas dentro de cada especie – por ejemplo, entre las variedades de cultivos y razas de ganado-, así como la variedad de ecosistemas (lagos, bosques, desiertos, campos agrarios, etc.) que albergan múltiples interacciones entre sus miembros (humanos, plantas, animales) y su entorno (agua, aire, suelo).
Por otra parte, los recursos biológicos son los pilares que sustentan las civilizaciones. Los peces proporcionan el 20% de las proteínas animales a unos 3.000 millones de personas. Más del 80% de la dieta humana está compuesta por las plantas. Aproximadamente, el 80% de las personas que viven en las zonas rurales de los países en desarrollo dependen de medicamentos tradicionales basados en plantas para la atención básica de la salud.
Bolivia es uno de los 15 países más megadiversos del planeta. A continuación se mencionan algunos cultivos de los cuales es centro de origen y/o diversidad: maíz, frejoles, maní, tomate, tomate de árbol, papa, quinua, cañahua, achira, yacón, isaño, yuca, mora, zapallos y calabazas, pasifloras, entre ellas granadilla, maracuyá y tumbo[1].
Este año, la celebración de este día, está haciendo hincapié en la reflexión acerca de que muchos seres vivos y sus ecosistemas están desapareciendo, en gran medida causado por la actividad humana, la contaminación, la destrucción de los hábitats y la sobreexplotación del medio natural, provocando la invasión de especies exóticas y profundizando el cambio climático, y en consecuencia, empeorando la pérdida de biodiversidad. En nuestro país estas problemáticas se viven de igual forma, e incluso, acrecentadas debido a la falta de cumplimiento de normativas existentes o desconocimiento de las mismas por autoridades locales.
Las consecuencias de no tomar acciones concretas para detener esta situación son muchas y muy graves, como la pandemia de la COVID-19 que nos tocó vivir.
En este contexto, la Fundación AGRECOL Andes reafirma su compromiso con la preservación de la biodiversidad a través de la implementación de sistemas agroforestales que promueven la alta diversidad de cultivos en lugar de monocultivos; de la producción ecológica urbana, periurbana y rural que a través de sus prácticas agroecológicas garantiza la sostenibilidad y el equilibrio de los ecosistemas; de la conservación de fuentes de agua y áreas de recarga hídricas que permiten el abastecimiento y conservación de este elemento vital.
Estamos impulsando este trabajo a través de nuestros proyectos en las regiones del Cono Sur y la zona metropolitana de Cochabamba con acciones directas en campo, sensibilización social de la población e incidencia política con las autoridades competentes.
[1] Fuente: https://www.biodiversidadla.org/Documentos/Bolivia_centro_de_origen_y_diversidad_de_innumerables_cultivos_-_Aportes_en_el_Ano_Internacional_de_la_Agricultura_Familiar#:~:text=Ma%C3%ADz%2C%20frejoles%2C%20man%C3%AD%2C%20tomate,menos%20de%20diversidad%20en%20Bolivia.