La propuesta finalista de la Fundación AGRECOL Andes logró el objetivo de mejorar la producción mediante acciones enmarcadas en la agroforestería y el uso eficiente del agua de riego. Según Serafín Vidal, responsable del Proyecto Agroforestería Dinámica, las prácticas agroforestales consisten básicamente en la combinación de especies forestales, frutícolas, vegetales, flores y herbáceas. Los arboles forestales proveen abundante materia orgánica (hojarascas) para alimentar a la tierra, que combinado con el control de plagas con insumos biológicos, mejora eficazmente la fertilidad del suelo.
El reto es cambiar la mentalidad de las y los agricultores, quienes mayoritariamente trabajan solo con un tipo de cultivo. La agroforestería, al combinar diferentes especies, permite la cosecha diferenciada y diversificada, mejora el aprovechamiento de los recursos naturales y la capacidad de adaptación y resiliencia a las amenazas del cambio climático como las heladas y sequía. Se trata de una propuesta que fue aplicada en zonas orientales del país, y que se está replicando en los valles interandinos con excelentes resultados.
Los impactos ambientales logrados en la implementación de esta innovación son la no dependencia del uso de agroquímicos, y el establecimiento de sistemas agroforestales que recrean el ecosistema, contribuyen a su recuperación y a la resiliencia ante cambio climático. A nivel social, se logró que las familias de pequeños productores aprendan a utilizar las técnicas de la agroforestería, como el uso de caldos nutricionales bajo el principio de nutrición-salud, construcción y uso de sistemas de riego eficientes, etc., contribuyendo al uso de recursos e insumos locales, reduciendo su dependencia externa.
Estas acciones realizan una contribución alta al sector agrícola, al medio y a la sociedad porque promueven una serie de nuevas prácticas agroecológicas que responden a la problemática medio ambiental, evitando la erosión y pérdida de la fertilidad de los suelos, mejoran el uso inadecuado del agua para el riego, logran una mayor eficiencia en el uso de los recursos naturales y en la producción de alimentos sanos y nutritivos para la sociedad, y, finalmente, logran que las familias campesinas tengan mejores ingresos económicos.
- En condiciones de valles se puede producir frutales y hortalizas bajo el método de la agroforestería.
- A medida que la parcela implementada se consolida con los años, se incrementa la fertilidad de los suelos.
- Se pueden producir alimentos sanos, al mismo tiempo en que se mejora la fertilidad de los suelos.
- La incidencia de hongos e insectos –mal llamados enfermedades y plagas- disminuye a niveles que evitan el uso de agrotóxicos y son controlables con la aplicación de caldos y minerales
- Se desarrollan prácticas de uso eficiente del agua de riego, mediante estanques circulares y riego por aspersión.
Estas prácticas de “Mejoramiento de la producción y la fertilidad de los suelos mediante la agroforestería dinámica y el uso eficiente del agua de riego” fueron implementadas en los municipios de Sacaba, Tiquipaya, Quillacollo, Vinto, Arani, Punata, Colomi, Tiraque. Participaron en estas iniciativas productores campesinos, técnicos municipales y Organismos de Gestión de Cuencas (OGC 13 de Agosto en Tiquipaya).
Las otras iniciativas premiadas en esta categoría son “Mejora del proceso de secado de cacao a través de la implementación de secadora solar hibrido en el trópico de Cochabamba” implementado por Chocolate Tropical y “Producción de plantines frutales de manzano y duraznero en laboratorio de cultivo in vitro” de SDDPEP-GADC.
Para más información sobre las prácticas agroecológicas, revisar el artículo publicado en la REVISTA LEISA, especializada en temas agroecológicos. Aquí https://bit.ly/2AVBAjQ